Apretar el botón de S.O.S es subirse al mundo de una vulnerabilidad colectiva.
El movimiento de darle inicio a la apertura del apoyo :
DE, CON, ANTE un Otre, lejos está de ser un único paso, un estado correlativo de compases firmes y coordinados.

Distante, se hace la sensación de estabilizar las cuerdas de nuestros plantares con memoria, acordando un salto unico y preciso a la tierra que está desgastada y saturada de tanta manipulación y uso, en constante disparate de diversos relatos y cuentos que nos contamos, para sobrevivir cada día de nuestras vidas, en estado de reposo y novela, observando lo que tenemos en frente.

Cuanto más sacudimos los vínculos y las relaciones de autogestion, mayor es la capacidad panoramica para observar la complejidad de convivir, con un otre, diferente y caminante, solitarie, sin interferir en su propio proceso del soltarse y confiar mientras estamos presentes.